Wednesday, December 20, 2006

SIN MÁS


El otro viernes mi madre me llamó. Eran las dos de la madrugada. Parecía alarmada y preocupada repentinamente por una cosa que ocurrió hace mucho tiempo. Me pidió que sacara de marcha a mi hermano Javi que seguía trabajando compulsivamente en su oficina. Sin más.

Aunque Javi y yo no nos hemos llevado bien jamás, me dio pena y fui a buscarle. Él y mi hermano Fran han vivido veinte años juntos. Ambos estudiaron Caminos hasta que Fran lo dejó, empezó Químicas, conoció a Barbado y su vida dio un giro óptimo, que ojalá hubiera sido más acusado. Cuando Fran le dijo hace un año a Javi que se había comprado una casa en Algete en la que sólo iban a caber él y todas las mascotas que se iba a comprar, Javi se echó a llorar. Él siempre había rechazado todo tipo de relaciones personales y su vida social se reducía a Fran; el hermano fuerte, el que tomaba toda clase de decisiones y pagaba las facturas, porque Javi ha sido siempre tan retrotraído y tan indeciso que le costó una eternidad encontrar trabajo. Javi de pequeño no jugaba al fútbol con los demás chicos en el parque y fue el único de todos los hermanos que se escondía detrás de la pierna de mi madre cuando alguna vecina intentaba hacerle una caranntona. Javi ha sido una sombra de Fran toda su vida, que tampoco es un buen ejemplo a seguir a mi parecer. Sin más lo digo.

Le pedí explicaciones a Fran, pero como a su casa no puedo ir porque me dan miedo sus animales y yo a ellos tampoco les gusto, sus explicaciones por teléfono al abandono de Javi se redujeron a: “Me tiene hasta los cojones” y: “Ya es mayorcito, que se busque la vida”. Así que le abandonó deliberadamente, sin más.

Cuando llegué a la oficina de Javi en la calle Serrano, me encontré a un hombre sentado detrás de su mesa, sudoroso y demacrado, con el pelo grasiento, un traje gris perla lila anodino auténticamente deleznable a juego con sus ojeras, y un hilo de voz. Una crisis de ansiedad iba a sufrir mi hermano si no se le practicaba un rescate inmediato. “Javi: mamá me ha pedido que te saque de copas”. Una muralla de papeles nos separaba, a parte de la indiferencia mutua que nos habíamos mostrado durante toda la vida. Con cara de desesperación y los ojos rojos de ira y de mirar al ordenador, empezó a recoger sus cosas sin más.

De camino, en el coche se metió con mis Martens: “¿Qué?¿Volviendo a la adolescencia? Te recuerdo que en menos de dos años cumples los treinta.” Yo no me callé: ¿Y tú el trajecito qué te lo has comprado, en las rebajas de Sepu? Tú hará poco que has cumplido los cuarenta, pero desde luego te has echado veinte encima”. Mi hermano me estaba encendiendo, así que decidí vengarme y llevarle al sitio donde voy yo todos los sábados, un lugar en el que no iba a estar cómodo porque allí nadie tiene cuarenta años ni lleva traje. Y efectivamente, cuando entramos en el lugar, la gente le miraba con disimulo, pero no dejaban de comentar con el de al lado: “Éste es un matao”. Se quedó sentado en la barra de la entrada con la mirada fija hipnotizado por su whisky on the rocks. Yo mientras me fui a buscar a mis amigos. Por allí estaban Maican, que me comentó que la habían sacado muy a regañadientes del Starbucks, The Birthday, que mantenía una conversación telefónica de lo más tranquilo con los decibelios que había, Vigalounge, vestido de traje, que bailaba en el centro de la pista y me lanzó una de sus miradas inquisidoras, y Queridoalberto, callado y tranquilo sujetando la copa con la mano blanca llena de prominentes venas incoloras. En cuanto les dije que mi hermano estaba en la barra, Queridoalberto me insultó sin mucho énfasis: “Eres una hijadeputa, ¿cómo no nos has contado antes que tienes un hermano?”. Después de que le dijera que tengo siete, y dándose cuenta de que se había pasado con el comentario, sonrió e hizo un gesto ágil y grácil consistente en cerrar los dedos de meñique a índice hasta cerrar la mano, a la vez que decía: “¡A tope con tu hermano!”. Así que se fue a hablar con él a la barra. Mientras yo les miraba por el rabillo del ojo, porque parecían muy entregados en la conversación, Maican me comentaba la historia de los inútiles procedimientos de un seudotrasnochador para intentar ligar con una chica de Bilbao. Recordemos que la gente de allí es bastante brusca y seca y que no está para aguantar los caprichos nocturnos de un desconocido, todo eso lo dijo ella tajante y conclusoria, sin más.

Vigalounge y The Birthday habían iniciado una conversación también en la barra hasta que Vigalounge paró de hablar y empezó a mirar escandalizado la oreja de la chica que tenía detrás. En esos precisos instantes llamaron a The Birthday al móvil y empezó a distanciarse de la barra. Con una mano sujetaba el teléfono, con la otra nos hacía un gesto que no sabíamos muy bien qué significaba; para, lo siento, hasta luego...el caso es que salió por la puerta del sitio y no volvió. Vigalounge ni se había inmutado y seguía con la mirada inquisidora en la oreja de esa chica. Maican se acercó y contó los piercings de la chica: “Veintidós, lleva veintidós”, y Vigalounge se relajó y dejó de mirarla, sin más.

Queridoalberto dejó un momento a mi hermano y me acerqué para preguntarle de qué habían estado hablando: “Todo esto es muy extraño. Tu amigo me ha contado la historia de la enana que se enamoró de él y a la que mató indirectamente cuando le obligó a echarse una siesta…” Yo no sabía que los enanos se morían si se echaban la siesta, pero como dice el refrán: “Nunca te acostarás sin saber una cosa más”… “como estábamos hablando de mal de amores, empezamos a hablar de Barbado, él también la conoce, y ahí sí que la hemos liado…”. Me había perdido, resulta que Javi también conocía a Barbado, a parte de Fran, …“Te lo voy a contar: Fran me presentó a Barbado al poco tiempo de conocerla. Es la única mujer de la que he estado enamorado y ni siquiera he podido tocarla…cuando le dije a Fran que me había enamorado de su musa, nuestra relación se fue volviendo tensa y tirante, me extraña que haya tardado diez años en abandonarme. Todo este tiempo he estado incomunicado, sólo hablo con papá, con mamá y con los compañeros de trabajo, pero claro, de banalidades. El único consuelo que tengo es mi descubrimiento más reciente: Anntona...” Preferí no decirle que también era amigo mío. “Esto me afectará tarde o temprano, así que te agradezco que me hayas sacado de mi rutina, de mi aislamiento, y sobre todo quiero decirte que Barbado no tiene culpa, fue Fran quien se empeñó en separarnos porque la quería para él sólo…” Javi tenía muy mala cara y empezaba a fatigarse y a sudar. En el momento en que Queridoalberto volvía a la barra, mi hermano se desplomó inconsciente. Le había dado un infarto. Un grupo de gente, alarmada, rodeó a mi hermano, tendido en el suelo. Yo me bloqueé y me quedé aparte. Queridoalberto sólo alcanzó a decir: “La vida es una mierda, un día llegas y la palmas, sin más ¡argh!” y se mordió el puño. Se hizo paso entre la gente, se agachó y sacó un rotulador del bolsillo de su chaqueta de pan. Le dibujó una puerta en la frente a mi hermano. Creo que en el fondo eso fue lo que le salvó la vida. Una puerta dibujada en la frente. Sin más.

7 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Ay, qué emoción me embarga. Por fín una crónica sin tonterías.

11:35 AM  
Anonymous Anonymous said...

Mierda...

Lo siento.

N O P U E D O M Á S . . .

Mierda.


No puedo pasar esto por alto. Esto es... ALGO MÄS.

Hey... you would cried too if it happend to you...

¡DING! (algo así como... Touché!)

Mierda...

4:26 PM  
Anonymous Anonymous said...

...signs the last post.

Exposed. Like never before.

Period.

4:28 PM  
Blogger Anntona said...

Ay, Dios. Sigue subiendo y reventarás el techo.
Estoy triste. Ahora un poco menos.

8:16 AM  
Anonymous Anonymous said...

Cuando leo este blog me da vergüenza pintarme los labios.

11:25 AM  
Anonymous Anonymous said...

DING DING DING!

1:45 AM  
Blogger Eleanora da Estrada said...

Lo de Vigaloungue es muy gore, ¿no? Osea, ¿Si no sabe el número excato de piercing en la oreja de la chica, no deja de mirársela? Es un rollo "Monk" de lo más raro... XD

1:47 AM  

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