Monday, October 16, 2006

PLAYA ANÓMALA DE 1998


Cuando la muñeca rompida se descolgó en el verano
no cayó en vano,
la descalcificación se seguía produciendo;
aquella vez en invierno,
esta vez en verano:
Esto ocurrió un día con ambiente de los ´60
en una playa de alevosía
en la que la sombra no existía.

Las chicas en adolescencia
paseaban en bikini su grata silueta
Los niños construían castillos de arena
y pescaban cangrejos de ante morado.
Los matrimonios enmorados, de la mano
Los chicos en adolescencia
colocaban sus toallas
al lado de esas jóvenes estupendas.
Las olas inocentes incitaban a sacar /las tablas
para dejar a las chicas anonadadas.
La gente hablaba en verso
con palabras dadaístas y futuristas,
comían tarrina de piña y vainilla
granizado de melocotón, horchata de limón.
La arena de la playa literalmente naranja.
El tono del agua amarillo y helado.
El cielo rosa palo de día; de noche morado.

Se respiraba alegría sin lugar a dudas,
pero como en esa playa de esperpento
jamás había viento
y el pop-art
era lo natural
en los agentes geológicos
que dominaban ese lugar patológico,
los rayos que creíamos nos pondrían morenos
empezaron a quemarnos la piel ardiendo
las gotas de sudor por la espalda cayendo
sustituían al escalofrío del cuadro marítimo de invierno.
El comentario general:-
“este calor no es normal, me voy a bañar”
-fue lo peor que podía pasar
porque el SOL,
rojo pasión,
había calentado al MAR,
amarillo helado,
para convertirse en fuego desconmensurado
y las personas salían chillando.

El mar se había convertido en una cazuela
que cocía a los que se metieran en ella
unos morían sin poder gritar “¡ayuda, este agua me ejecuta!”
y los que sobrevivían era con magulladuras.

No se sabía qué era peor
si aguantar el ebullir del sol
o refrescarse en ese agua efervescente...
La sombra ausente
castigó la felicidad de esa playa surrealista
porque es una aleatoria mentira
que semejantes colores la decoren.
Así quedó todo:
las parejas desintegradas,
las tablas de surf destrozadas,
los niños ahogados dentro de la arena naranja,
las BELLASADOLESCENTES degolladas
con la piel amoratada
con el cuello sangrante
cubriendo sus bikinis,
sus cinturas,
y sus caderas anchas,
de la mano cogidas y tumbadas
exhalando sus últimas palabras,
por la arena en polvo embadurnadas
en la arena vilmente incrustadas
con las piernas hectométricas
hundidas en su edad quinceañera
hundidas en la péfida arena,
pasaron a ser maniquís inertes
ESTO ES LO QUE ME DA más pena.
Los adolescentes no escaparon
se arrastraron con apatía anémica
hasta que el abrasamiento recorrió sus cuerpos
para privarles de la vida que había en ellos.

El MAR, satisfecho con lo que ha hecho
apremiado por el SOL, que odia todo tipo de gente,
se levantó en vertical como una fuente
-(ellos ya no hablaban en verso,
estaban muertos en silencio)-
tomó forma de garra eficiente
arrastró personas, sombrillas, toallas
y de esa mezcla, su agua se convirtió en verde.
De las partículas de las personas y su descomposición
la ARENA pasó a ser más gorda y de otro color(marrón)
El CIELO estupefacto, tiñó las nubes doradas de blanco,
y ante un contraste tan hortera,
decidió variar su tono de muchas maneras
hasta convertirse en azulón.
El sol por no tener a QUIÉN alumbrar desapareció
y se hizo de noche de un tirón.

El paisaje marítimo empezó a ser normal
el viento no se quería calmar
mi cabeza se descolgó
mi brazó se rompió
y el verano acabó.

2 Comments:

Blogger Anntona said...

Jarl!

11:20 AM  
Anonymous Anonymous said...

Hmm... (mano en barbilla). Ya hablaremos

2:29 AM  

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